Cuando nos hacemos esta pregunta, automáticamente nos abordan razones para no hacerlo como:
- Si yo ya sé lo que me pasa…
- Sé lo que me va a decir que tengo que hacer.
- La gente no cambia.
- Conozco a una amiga que fue a uno y no le ayudó.
- No necesito un psicólogo… no estoy loco/a.
Existe un tabú con el cuidado de la salud mental.
Cuando hablamos de cuidarnos, pensamos en nuestra alimentación, ejercicio físico, descanso… ¿Alguna vez has valorado que ninguna de estas acciones se llevan a cabo coherentemente cuando no tenemos tranquilidad emocional?
Cuando tienes ansiedad te apetece comer sano?
Si tienes estrés consigues conciliar el sueño?
Si estás triste, te apetece moverte?
Cuando te aborden estos prejuicios a cerca de un tratamiento psicológico, piensa que no sólo no estamos locos por hacerlo, estamos muy cuerdos cuando delegamos en un profesional especialista en el momento que identificamos un problema.
Que sepamos lo que nos ocurre no implica que encontremos la mejor solución. No sabemos cómo me puede ayudar si nunca he dado la oportunidad de probar, al igual que no podemos sentenciar que no funciona por un caso que conozca que no fue así.
Olvida los tabús, si lo necesitas, no dudes en acudir a nuestro psicólogo. Él te ayudará a lidiar con el estrés, ansiedad, miedo, preocupaciones y ante una situación emocional que te supera, ofreciéndote herramientas para que tú mismo/a seas tú mejor solución.